Sus despilfarros superaron las fantasías de todos
los derrochadores; inventó un nuevo tipo de baños, y alimentos y comidas
totalmente extravagantes; así, se bañaba en perfumes calientes y fríos,
consumía perlas costosísimas disueltas en vinagre y servía a sus convidados
panes y manjares confeccionados con oro, pues solía repetir que un hombre debía
ser frugal o César.
Suetonio. IV, 37. Vida de Calígula.
Muy bueno, Abel, Juvenal tiene un fragmento semejante. Felicidades por el blog
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